viernes, octubre 21, 2005

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Para bien o para mal, nunca se está preparado para ver una película como “4”, de hecho sería interesante tomar una fotografía de los espectadores tres segundos antes de los créditos, sólo para ver el gran signo de interrogación en sus rostros.
Y es que “4” es una película que pierde el control, que juega con el espectador, introduciéndolo en una historia que no es tal, para dar un giro de 180 grados, que a su vez da otro giro, deformándola hasta terminar en una desquiciada muestra de la asquerosidad y la bajeza humana, sobrepasando cualquier límite esperado.
Desde ese punto de vista, el director Ilya Khrzhanovsky, cumplió a cabalidad con su objetivo de impactar, a través de un relato descarnado y repulsivo de la vida de tres personajes que se conocen en un bar, quienes no tienen problema en mentirse, reinventando sus patéticas vidas, que durante el transcurso del filme conocemos realmente.
Pero el problema de la cinta radica en exactamente lo mismo, que esta metamorfosis llena de excesos pierde el rumbo y satura, convirtiéndose en una interminable seguidilla de situaciones bizarras que bordean lo absurdo, haciendo perder la concentración y el hilo de la trama.

El valor de la película está en una dirección y edición impecable, que logra introducirnos en ese mundo extraño que no entendemos, con sonidos estruendosos y una intrusa cámara en mano que a ratos cansa y aburre. Las actuaciones están a la altura de lo que se muestra, alcanzando un realismo que en algunos momentos pareciera el testimonio verídico de un documental.
Al presentar su película, Khrzhanovsky habló de un vistazo a la sociedad rusa actual, en sus diferentes facetas, que de paso consideró muy parecida a la chilena. Es de esperar que el director se haya referido al doble estándar presente en los personajes de “4”, y no en esas extrañas costumbres mostradas sin filtro; de ancianas lascivas masticando pan para rellenar muñecos o aquellos delirios y estados de locura que al final terminan provocando más que un shock, una especie de risa culposa.
“4” no es una película que el espectador disfrute, pero sí se valora como documento fílmico de una cultura desconocida, que funciona para un público más especializado y que busca en una cinta mucho más que simplemente dos horas y media de distracción.

Chetyre/Director:Ilya.Khrzhanovsky/País:Rusia/Año:2004

martes, octubre 11, 2005

PlayPlayPlayPlayPlayPlay
No quiero hacer un comentario especializado. No sé si me da el cuero.
Sólo quiero hablar de cine, porque me gusta, me gusta mucho. Más aún cuando veo una película como PLAY.

Esta película es brillante, hay que verla. No voy a decir de qué se trata. En realidad, no sé si es posible describirla, Al menos yo no puedo y no quiero.
Lo que sí quiero, es decir que como el cineasta, productor, guionista y camarógrafo que no soy, siento una tremenda satisfacción.

Y es que esta película habla de un nuevo cine, de las ganas de crear códigos, de romper reglas y traspasar límites imaginarios que en realidad nunca han existido. Habla de gente inteligente, observadora, llena de ideas y peladuras de cable, que logran transmitir en imágenes, palabras y sonidos una visión de mundo digna del mejor estupefaciente.
Sí, porque definitivamente esta película debió nacer bajo la influencia de algo.

El guión es un sin número de situaciones que bordean lo absurdo. Absurdo que crea una atmósfera un tanto irreal pero verosímil, porque se muestra una historia simple, urbana, de personajes comunes y situaciones corrientes, que al relacionarse van creando una historia compleja, atemporal y llena de momentos memorables.
Cómo olvidar la escena de una polilla que aparece de la nada o cuando la mina persigue al mino, que borracho persigue a su mina…

Los diálogos son incoherencias coherentes, pensamientos que los personajes le otorgan una importancia y seriedad cuestionable, pero que en su contexto es más que creíble, porque ellos siguen el juego; si hablan de la caca, los verbos o los adjetivos, lo hacen como si se tratara del calentamiento global, dando paso a conversaciones delirantes y frases para el bronce.

Pero también abundan los silencios y las miradas cómplices. Al mismo tiempo se exageran algunos sonidos, como el del agua y otros muy irreales, que logran introducirnos mucho más allá de la pantalla y vendernos el cuento que se presenta.
Lo mismo sucede con su banda sonora, que no pudo ser la más acertada para una cinta elegante y actual, alcanzando gran protagonismo en sus 105 minutos.

Si hay algo que se agradece, es que PLAY siempre se presentó sin mayores pretensiones, lo que se refleja en una promoción sobria, que bajo ninguna circunstancia refleja la calidad de la película, ni mucho menos la historia que esconde. También las actuaciones, que sorprenden por su simpleza y exactitud, y el hecho de que abunden rostros desconocidos, permitiendo cercanía y complicidad con el público.

Yo me lo compré todo y de ahí la subjetividad de este comentario.
Y es que apenas salieron los créditos, lo único que quería era abrazar a Alicia Scherson, sus actores, a todos los que participaron de esta producción que me hizo soñar.
También mostrar mi gratitud por la mejor película que he visto este año.

De PLAY, se puede hablar mucho, de hecho necesito a mis amigos “Dream..” y “I Surrender” pronto en mi casa; vino, picadillos y mucho pero mucho tiempo.
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Play/Dirección:Alicia.Scherson/País:Chile/Año:2005

jueves, octubre 06, 2005

Festivaldecine

Ya es más de la una de la mañana. Estoy en pleno centro de Valdivia, comiéndome un completo en un sucucho, con mi amiga y compañera de viaje Dream for an Insomniac.
El festival terminó para nosotros con la película "Se arrienda", aunque aún quedan dos días de cine.
El bus sale a la 1.45. Llevamos las credenciales puestas, nos entistece guardarlas. No hace falta que hablemos de cómo lo pasamos; nuestras miradas cansadas y ojerosas de tanto caminar y ver cine nos delatan.

Esta es mi credencial de prensa. La usé por tres días en el Festival de cine de Valdivia.
Me permitió entrar gratis a ver películas, degustaciones de tragos y que la gente me mirara como si fuese algún famosillo.
Acá abajo estan las películas que no pudimos ver. Para conseguir estas entradas debíamos estar a las 8.30 de la mañana en el Hotel Melillanca, y tratar de ganarle a un montón de acreditados ojerosos y chascones que se alojaban en ese lugar. Nosotros debíamos caminar 4 cuadras ojerosos y chascones.
Eso era tragedia, sobre todo después de pocas horas de mal sueño y buenas conversaciones.
Después sigo. Quiero comentar las películas que vi, una que otra anécdota y demases. Los recuerdos quedan, así que por ahora no hay prisa.

Lascosasqueamo
Esto parte así.
Un nuevo espacio para hablar de lo que me interesa.
Un desorden de ideas de todo tipo, tal cual se me vienen a la cabeza